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ANALFABETISMO CIENTÍFICO

Publicado: 2012-01-23

“Ser científico en el Perú es como ser torero en Nueva York” (Dicho de los Científicos peruanos)

Nuestro vecino del sur, Chile, ha lanzado no hace mucho su primer satélite artificial desde la estación de Kouru, en la Guayana Francesa. Por favor, no miren para arriba, porque no lo vamos a ver, aunque él sí que nos verá, y nos verá bien al derecho y al revés, y la mayoría ni enterados. La inusual actividad solar de los últimos meses se ha reflejado en desusados niveles de radiación ultravioleta, cuya relación con el programado Fin del Mundo para Diciembre de este año preocupa a algunos más que el muy concreto riesgo de cáncer a la piel. En el pasado sismo que de madrugada nos hizo recordar por la vía directa que vivimos sobre una placa tectónica, ha habido periodistas que dijeron que el sismo tuvo una profundidad de 60 metros, y amenazaban con tsunami cuando el epicentro estaba tan cerca que el olón hubiera llegado antes que cualquier advertencia. El calentamiento global se lleva consigo nuestras reservas hídricas junto con los glaciares de nuestra Cordillera, y según parece todo lo que hacemos al respecto es mirar como sucede y de cuando en vez lamentarlo. Los Encuentros Científicos de Verano e Invierno organizados cada año por Modesto Montoya, así como otros eventos relacionados con el tema, no merecen de los medios de comunicación más atención que la que le otorgan a un cadáver ensangrentado y con las tripas expuestas.

Todo esto nos revela algunos pequeños detalles que, para variar, nos hemos dejado olvidados mientras discutíamos, discutimos y posiblemente sigamos discutiendo tonterías. No digo que no se discutan tonterías, desde que el mismo concepto de lo que es tontería es variable, y lo que para algunos puede serlo, para otros puede ser de cortante necesidad y actualidad. Pero aunque los espacios periodísticos sean limitados, no lo son tanto que no se pueda tocar otros temas que tonterías. Brillan por su ausencia los temas de fondo, aunque vemos titulares sobre la Biblia y las señales del Fin del Mundo, si bien es verdad que en medios conocidos por vender sus titulares al mejor postor. Hay libertad de expresión, de cultos y de opinión, pero hemos notado que los temas que entran en la discusión pública dependen de los que ponen las agendas periodísticas. Escuchando a algunos periodistas, se ve que piensan que la agenda que tratan la establecen los ángeles y baja de los cielos. Será así, seguro, y es obvio que los ángeles, arcángeles y demás miembros de los coros celestiales no parecen interesados en temas de Ciencia y Tecnología. Y para el caso, tampoco los de la Cultura en general, a no ser que tengas muy buenos contactos, porque la agenda también se compra y se vende. Hay, menos mal, algunas excepciones, pero siguen siendo de aquellas que confirman la regla.

Ciencia y matriz productiva

Un cambio progresivo en la matriz productiva del Perú es necesario en el mediano plazo para hacer sostenible nuestra economía, no podemos permitirnos mantenerla en un esquema exclusivo de exportación de materia prima en bruto, a no ser sobre una base provisional, mientras nos dirigimos a una matriz sostenible. La matriz minera da mucha plata, pero no da chamba, y depende de demasiados factores sobre los que no tenemos control. La sostenibilidad y autonomía en el contexto global de nuestra economía no son posibles sin el desarrollo de la Ciencia y Tecnología. Ello implica en concreto redirigir algunos de los ingentes recursos de la minería a la Inversión en Ciencia y Tecnología, lo que no observamos, ni siquiera lentamente. La triste realidad es que no vamos adelante sino hacia atrás; involucionamos, no evolucionamos. Y así no solamente no nos desarrollamos, sino que, a pesar de todas las cifras optimistas, vamos para atrás, lo que más pronto o más tarde se reflejará en las cifras de crecimiento económico. Luego hablaremos de recalentamiento económico, porque la estructura económica no está preparada para el crecimiento. Crecer a lo bestia no sirve a no ser que hagamos algo útil con esa plata, que de eso trata precisamente el recalentamiento. Echémosle una mirada a esa cosa de la ciencia en el Perú, lo más realista que podamos.

Patentes

Las patentes son un indicador sumamente interesante de lo que pasa con la Ciencia y Tecnología en una sociedad. Indican el grado de contacto y articulación que hay entre el sistema económico y el desarrollo científico-tecnológico, es decir, en qué medida éste impacta en aquél. Un alto grado de vinculación significaría que hay emprendedores y/o empresas que, desde la Ciencia, encuentran potenciales aplicaciones específicas para ciertos principios encontrados a partir del empleo del método científico. En la actualidad el modelo del progreso científico está muy vinculado a la empresa, y lo entendemos como una parte sustanciosa y potencialmente lucrativa de su responsabilidad social. R + I (Research and Development = Investigación y Desarrollo) es un componente esencial del desarrollo empresarial moderno, esto muy aparte de la intervención del Estado. Vale decir, el número de patentes es un indicador interesante de la capacidad de innovación y de la participación del estamento de los científicos en el desarrollo económico de la sociedad.

Nuestras cifras son bastante desoladoras en este aspecto. Hasta donde sabemos, el número de patentes va en disminución – 50 en 1978, 34 en 1993, 28 en 2007. Si la tendencia es generalizada, como aparentemente es el caso, pues eso lo que nos indica es que algo se pudre por allí. Más allá de los discursos, lo cierto es que nos gana la inercia. Si no producimos conocimiento, pues tenemos que comprarlo, y eso es tan inevitable como caro.

Fuga de Talentos

Imaginemos el siguiente proceso: Inviertes en Educación, digamos que poco y mal, pero inviertes. Metes plata de donde no la tienes, te endeudas (PNUD) para ello, exprimes tus recursos y sacas adelante la Educación, por más que no lo hagas óptimo, pero estás en el ajo cuando menos. La inversión la haces, y como suele ocurrir cuando inviertes, en algunos casos el asunto te liga, y en otros te sale cuadra. Mi pregunta es ¿Qué diríamos si la mayoría de nuestras inversiones exitosas termina trabajando y rindiendo para la competencia? Pues que estamos invirtiendo, gastando y endeudándonos para favorecer, en un emprendimiento altruista e internacionalista, a otros países. Esto, ni más ni menos es la fuga de talentos vista en plata. Y según parece, en nuestro país la fuga tiene caracteres de chorro.

Cuando los estudiantes y egresados de carreras científicas logran salir del país, digámoslo simple, no vuelven. Ni tienen por qué, porque si para ser científico tienes que tener una inteligencia un poco más que mediana, y ser un individuo más o menos sensato, pues tu inteligencia y tu sensatez te llevarán a constatar que la peor decisión que podrías tomar es volver a tu país. Y debe ser duro pasar por esa decisión, porque casa por casa uno prefiere la suya. Si el refrán dice que “por mejoría, mi casa dejaría”, para los científicos peruanos podríamos voltear el refrán por “Si empeoraría … pues no regreso ni de a vainas”. Más de la mitad de los beneficiarios de becas científicas no vuelven, y eso es porque mientras acá los maltratamos y botamos del país, en otros lugares, indudablemente subdesarrollados (Estados Unidos, Europa, Japón, Brasil, Australia, Chile, etcétera), los agarran y se los quedan. Esto no es más que lógico, pues es una superganancia para ellos que no invirtieron en los costos de su educación. Los sonsonazos que los gastaron fuimos nosotros, y así subsidiamos a otros países, inclusive los vecinos. Por ahí escuchamos que más de 2,500 científicos peruanos trabajan en el Brasil, por ejemplo.

Becas

Hay más becas para Ciencia y Tecnología que cuerpos calientes para llenarlas. En el 2009 la Oficina de Becas y Crédito Educativo del Ministerio de Educación informó que solamente se llenó el 30 % de becas disponibles para estudios fuera del Perú, algo menos de 2000. Nos gustaría saber cómo evolucionan estas cifras, y además qué pasó con la plata dispuesta presupuestalmente para las más o menos 4000 restantes. La situación es más crítica en las Becas de Post-Grado, su reducción es notabilísima – 72 en 2002, 7 en 2007, según CONCYTEC. Qué curioso, yo creía que teníamos un problema educativo. Y no es que no lo tengamos, en especial en las carreras que se ofrecen, aparentemente más adecuadas para el exterior que para nuestra realidad económica. Probablemente haya además un tema institucional, pero eso solo podemos suponerlo. Lo que sí parece obvio es qué es lo que ocurre, o por lo menos a qué se lo atribuye. Según parece, las becas están amarradas a retornar a nuestro país, es decir, en el actual estado de la cuestión, a autocondenarse al desempleo. Y los suicidas tienden a ser pocos, lo que dice bien de la salud mental de nuestros estudiantes. O mal de su ignorancia sobre las posibilidades que se les ofrecen. Lo cierto es que debe haber algo que impide que se emplee plenamente la capacidad instalada. Imagino que ello puede detectarse y corregirse.

Según parece, el tema de fondo es que nuestra estructura laboral no es adecuada para absorber a los científicos, y eso nos lleva a la estructura económica. Creo que tendré que corregir mi percepción original de que la beca debería necesariamente amarrarse a retornar al Perú, a no ser que se enfrente el problema laboral con alguna sindéresis. Parece importante que, como ocurre con los programas de empleo juvenil, debiera preverse los puestos de trabajo en que se podría encuadrar a los jóvenes científicos, hay maneras y procedimientos adaptables, pese a nuestra estructura económico-laboral. Pero aparte de esto los sectores económicos que emplean tecnología de punta son relativamente pocos y pequeños, y el sector servicios, bajo en innovación tecnológica y alto en cholo barato, sigue siendo la fuente principal de empleo.

Inversión Pública

El Estado del Perú gasta, y ya hemos visto más o menos cómo, menos de cuatro dólares anuales per cápita en R+ I (Investigación y Desarrollo). Estados Unidos de Norteamérica gasta 1200 al año, pero ellos son ellos. Brasil, con veleidades de gran potencia y claridad de objetivos, destina más de 60 machacantes, en tanto que Argentina 30 y Chile 25. Solamente superamos a Haití en el concierto latinoamericano. Deprimente y Patético. Y en consecuencia, el científico peruano gana cuatro veces menos de lo que se le paga a sus pares en Chile. Ya pues, así como la hacemos.

Sesgos educativos

En algún artículo anterior nos preguntábamos qué diablos pasa con la enseñanza de las matemáticas y las ciencias en nuestro país. Así como masivamente nuestro sistema produce analfabetos funcionales en esto de la comprensión lectora, también produce analfabetos matemáticos y científicos. Las carreras universitarias “de letras” están repletas porque son – cito a innumerables estudiantes – “más fáciles”. Y como de lo que se trata es de tener un cartón, de lo que sea, pues ahí andamos. Y la Investigación está ausente en la gran mayoría de las Universidades, con excepción de las públicas Universidad Nacional de Ingeniería, Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Universidad Nacional Agraria; y las Privadas Cayetano Heredia y Católica, según la Academia Nacional de Ciencias. La misma fuente señala que hay menos de 500 Doctores en Ciencias, con una edad promedio de 60 años, lo que indicaría, obviamente, que los menores deben estar fuera del Perú. Graduamos más o menos diez doctores al año, diez veces menos que Chile. Y según la misma fuente, menos del 10 % de los Docentes Universitarios hace algún tipo de Investigación. No nos extraña, la supervivencia se mide en horas trabajadas, y mientras más horas enseñas más ganas. La Investigación está subvaluada y se hace en horas libres y sin remuneración, así de simple.

Colofón

Para variar, no agotamos el tema. Pero tratamos de contribuir a que sea visibilizado. Hay múltiples propuestas, algunas mejores que otras, indudablemente, pero la necesidad de políticas claras y medios para implementarlas parece esencial para avanzar. Necesitamos una masa crítica de gentes que se compren el pleito y fastidien a los decisores políticos – Congreso y Ejecutivo – con el tema. Dejamos aquí el tema por hoy. A ver si empezamos a dejar el lamento de lado y empezamos a fregar con ganas. El que tenga ojos, que oiga.


Escrito por

Javier Bellina de los Heros

Profesor, es decir, sobreviviente. Lector e iconoclasta, con ciertos límites. Libre e independiente por la voluntad particular mía. Con aspiraciones ciudadanas libertarias. Con alguna que otra idea, y bastante bilis. Admirador de Orfeo, radical pensante, pero


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Memorias de Orfeo

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